Porqué necesito ver el fútbol sin volumen

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Desde hace mucho tiempo que veo una media de dos o tres partidos a la semana. Es tan accesible el fútbol que cuesta no ver más de un partido a la semana. Solo tengo que encender el móvil y ver quién juega. Fácil.

No me gusta ver los partidos en la televisión porque en mi casa la tele es un bien común. En mi tele solo se ven plataformas de streaming como Netflix, Disney Plus, Filmin, Prime Video, etc. La verdad es que estoy pagando demasiadas opciones para el tiempo que dispongo. Lo pago con gusto.

No veo el fútbol en la tele -y cuando lo hago, es sin volumen- porque no creo que, con todo lo que ocupa el fútbol en mi vida (mi pasado, mis libros, mi puesto de entrenador/formador, etc) sea justo que lo deje situarse como protagonista del salón.

Por norma general me irrita ver la mayoría de partidos con narración porque se ha entrado en una dinámica en la que se explica el juego de manera omnisciente. O sea, que los comentaristas saben lo que pasa por la cabeza de los jugadores, entrenadores y árbitros en todo momento.

El periodista Juan Pablo Varsky cuenta cómo Marcelo Bielsa le abrió los ojos en picos minutos: «Usted cuando comenta los partidos tiene una visión del fútbol que quiere ajustar a cada partido, en lugar de que el partido le ayude a incorporar nuevos conceptos».

Anécdota Varsky 🆚 Bielsa

Desde que escuché esta anécdota me di cuenta de qué era lo que me molestaba de los comentaristas: tratan de decidir qué está bien hecho y qué está mal hecho según su criterio. Ya sea a nivel de gestión administrativa como futbolística. Son capaces de decir qué jugadores deben jugar sin haber asistido a una solo sesión de entreno, sin tener experiencia entrenando en ningún nivel, sin haber jugado más que pachangas desde los 16 años.

El hecho de tener los micrófonos les hace sentirse con autoridad para dar con respuestas a problemas a los que jamás se han enfrentado ni de lejos.

Hay muchísimos aficionados que necesitan que les vayan contextualizando cada momento del partido, pero yo no. Me gusta observar el cuadro sin la explicación del guía porque este cuadro, este partido, se está pintando. El narrador está viendo el encuentro al mismo tiempo que yo, no tiene que explicarme nada. No necesito que el narrador me diga que la está recibiendo Diakhaby para dársela a Guerra. Otros si lo necesitan. Yo no.

Prefiero el sonido ambiente o una lista de música de Spotify Cuando veo los partidos en silencio, siento que puedo captar detalles que suelen pasar desapercibidos con la narración. Es solo el partido y mi perspectiva, sin distracciones. Puedo cometer errores, pero al menos no me inducen a error, lo cual marca la diferencia. No todos pueden disfrutar del fútbol de esta manera, pero ya que puedo, lo aprovecho al máximo.

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2 Comments

  1. Antoni

    Claro, crítica al comentarista por no haber jugado a futbol, és similar a la de no puedes ser gran empresarial sin haber estudiado. Por favor? Todos tenemos ojos!!! Y lo que se ve en un partido es bastante básico, otra cosa és que seas scouting y mires más detallets, però eso déjalo para » professionales»

    • Jazz

      La crítica es al comentarista por poner pensamientos a los jugadores, entrenadores y árbitros. No es necesario jugar a fútbol a cierto nivel para entenderlo. Lo que no se debe hacer es dar soluciones a situaciones que no han vivido.

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