Las amenazas a Dembélé son propias de equipo amateur

Las amenazas a Dembélé son propias de equipo amateur

Después de negarse a renovar, Ousmane Dembélé está recibiendo un trato absolutamente nefasto por parte del FC Barcelona. Es cierto que la actitud del jugador francés durante estos cuatro años no se ha caracterizado por la fluidez comunicativa, lo que ha dado lugar a que sean otros quienes hayan narrado su historia desde 2017.

Ousmane solo ante la presión mediática

Al margen de las lesiones -algunas negligencias suyas, otras por mala suerte-, en ningún momento ha dado la sensación de pertenecer a algún grupúsculo dentro de la plantilla, pero tampoco de ser un mal compañero. Me atrevo a decir que pocos son los compañeros que puedan decir algo negativo de la personalidad del francés. Quizá le ha faltado relacionarse un poco más con sus compañeros fuera del campo, aunque eso no es malo, ya lo dijo Cristiano Ronaldo: «Las comiditas, los abracitos y los besitos no valen de nada».

«Las comiditas, los abracitos y los besitos no valen de nada»

Cristiano Ronaldo

Personalmente creo que lo principal es respetar a todos los compañeros y llevarse bien con dos o tres. Cuando digo «llevarse bien» me refiero a quedar de vez en cuando en casa de alguno a tomar café, pero esas cosas no son obligatorias ya que va con la personalidad de cada persona. Durante mi carrera fui bastante solitario a pesar de tener una excelente relación con mis compañeros. Sin embargo, después de la cena de equipo prefería ir a una disco de rap con mis amigos que acudir con mis compañeros a la discoteca de moda.

En 2019 escribí una Carta abierta a Dembélé en la que le hice algunas sugerencias acerca de algunos aspectos a mejorar en su vida. Entre ellas le sugería que echara a sus amigos de casa, no de su vida. Parece que me ha hecho caso, hace poco más de un mes se ha casado. Lo curioso es que sus compañeros aseguran no saber que tenía pareja, lo cual explica que ninguno estuviera invitado al enlace. Este es un ejemplo de que la relación entre el internacional francés y el club catalán es exclusivamente deportiva.

Por un lado, un acuerdo profesional en el ámbito futbolístico requiere de una mínima dosis de cariño entre el club y el jugador (¿qué es el club?). Por otro lado, la afición culé ha mostrado esperanzas en cada regreso de Ousmane tras lesión. Jamás entendí por qué esperaban tanto de él. El tipo juega bien, pero por momentos parece que juegue al margen de sus compañeros -que en los últimos tiempos es hasta positivo. La forma de responder de Ousmane era volviendo incluso antes de lo previsto.

Lo que me ha llevado a escribir este post es la campaña mediática que ha puesto el FC Barcelona para obligar Dembélé a marcharse antes del 31 de enero a pesar de tener contrato hasta el 30 de junio. Creo que este tipo de presión en un futbolista que gana 333,000 euros a la semana (17,311,000 euros por temporada) es una pérdida de tiempo.

Mi teoría es que el dinero te da la libertad, por lo que es difícil presionar a un multimillonario de 24 años sin cargas familiares. Este tipo de amenazas es más propio de clubes semiprofesionales, acostumbrados a arrinconar a jugadores con un sueldo que no llegan a los 1500 euros mensuales. Solo hay que darse una vuelta por categorías como Primera RFRE en el mes de enero, que es cuando quieren echar jugadores para hacer fichajes.

Mateu Alemany: «Dembélé no está comprometido»

El fin de semana inmediato al ultimatum público de Mateu Alemany a Ousmane Dembélé, la plantilla azulgrana se desplazó a Vitoria para jugar contra el Alavés. Por lo visto, los jugadores que no vayan convocados deben entrenar el día de partido en la Ciutat Esportiva. Como era de esperar, Ousmane avisó a los médicos de que se encontraba mal y no se presentó al entrenamiento. Este hecho ha provocado un enfado generalizado entre los aficionados.

Es curioso que el FC Barcelona no tardase ni un minuto en anunciar en Twitter que el extremo francés no se había presentado por «según el jugador, una gastroenteritis». ¿Para qué enviar un médico si tienen Twitter?

En mi etapa en el Alavés B (bajo la presidencia de Dimitri Peterman), me puse enfermo un sábado y e cub envió a un médico para que me atendiera. Creo que un club con tantos recursos podría enviar a un especialista para conocer con exactitud el estado del futbolista. Pero optaron por abrir el debate en las redes sociales para que la afición se desahogue.

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