Uno de mis primeros empleos fue de comercial para la compañía ORANGE. Respondí a una oferta de trabajo que leí en un diario gratuito. Como mi curriculum no era muy extenso, decidí informarme y asistir a una reunión para conocer más. Entre entrevista y entrevista me iba bien asistir a reuniones informativas, nunca sabes que te encontrarás.
Cuando vi de que iba el tema solo deseaba que terminara la charlita. No se podía considerar un trabajo a lo que nos estaban ofreciendo. Para mí un trabajo era con un sueldo fijo de antemano firmado por contrato -que luego te paguen es otra historia-. Luego me enteré de que no trabajábamos directamente para Orange. No me cuadraba.
Lo que me hizo mantener mi culo en el asiento fue la actitud y el entusiasmo de Javi -unos 40 años- un ultra emprendedor latino de los que empiezan cada día un nuevo negocio, da igual cuantas veces fracasara siempre se levantaba. Veía la oportunidad antes de que surgiera. En el año 2008 eso era valentía (o necesidad extrema). No nos ofrecía estabilidad, ni un sueldo, ni un futuro… nos ofrecía la posibilidad de no quedarnos en casa llorando a la espera de un trabajo nos cayera del cielo.
Yo a pesar de tener un buen sueldo (1400 €) mientras jugaba en tercera división era consciente de que en 3 meses no volvería a vivir del fútbol (como futbolista) y que a partir de entonces debía asomar mi cabeza en otros terrenos de juego. Buscar trabajo era mi nuevo pasatiempo, pero en cuestión de meses podía convertirse en estrés.
De puerta en puerta buscando clientes, en la calle, en establecimientos, debajo de las piedras… me motivaba conseguir contratos. No era la pasta, en ese momento no era mi prioridad, me di cuenta de que aprendía mucho de las personas que tenían un minuto para escucharme. Incluso llevé a un amigo conmigo para que se ganara unas perras. Por las tardes seguía entrenado en el Ricoh Premià de tercera división como si me importase el fútbol. Estaba a punto cumplir 26 años.
Buen post Jacinto,
me ha gustado especialmente la frase:
No nos ofrecía estabilidad, nos ofrecía la posibilidad de no quedarnos en casa llorando esperando un trabajo
Gracias Albert! La verdad es que a medida que voy escribiendo repaso las situaciones y cosas que no veía en su momento me llaman la atención de una manera especial.
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