«Sé que soy fuerte pero en esta ocasión voy a necesitar aún más de los míos (familia y amigos). No es fácil pasar por una lesión y una cirugía»
Neymar Jr
Después de confirmarse la grave lesión que has sufrido no sentí pena. Es más, recordé un capítulo de mi libro Fútbol B que se titula La lesiones son mierdecillas en el que reflexiono sobre la importancia que le damos a las lesiones en el fútbol profesional, que es un marco excesivamente descontextualizado de la vida.
Fui futbolista profesional durante unos años, sufrí una rotura de ligamentos a los 20 años cuando estaba cedido en el Hércules por el Southampton FC. A diferencia de ti, estaba en el comienzo de mi carrera. Tu estás más cerca de la retirada que Sergio Ramos de ser expulsado cuando Messi le encara.
La primera noche de la lesión es dura
La noche de mi lesión fue una de las más duras de mi vida. La incertidumbre se acostó a mi lado y me atacó con preguntas que no podía responder en ese momento: ¿Volveré a jugar fútbol? ¿Volveré a ser el mismo? ¿Cuánto tiempo estaré de baja? Si.No.8 meses. Estoy seguro de que te has hecho las mismas preguntas. Quizás alguna más como «¿Llevaré muletas en Carnaval?»
14 años después, al escribir el capítulo de mi libro Fútbol B me di cuenta de lo exagerado que fui en su día. Una vez retirado me di cuenta de que fui un afortunado al poder tener a mi disposición a los mejores especialistas para tratar mi lesión, y lo que es más importante, seguía cobrando un muy buen sueldo. En tu caso lo positivo se multiplica por mil, además te podrás escabullir de tu jaula de oro saudí.
¿Volveré a ser el mismo?
Sé que estás devastado, es normal. Se te pasará. Posiblemente esta lesión te ayude a valorar los últimos momentos de tu carrera una vez te recuperes. Digo momentos porque en el final de la vida no se cuentan los años, sino los momentos. Quizás te dé el empujón que todo jugador necesita para tomar la decisión de retirarse.
La liebre y la tortuga
El gran David Silva decidió retirarse en pretemporada al confirmarse su grave lesión. Hay que saber parar. Tu problema es que necesitas la validación externa para confirmar quién eres. Es lógico si tenemos en cuenta que tu vida ha sido un Show de Truman desde la adolescencia. Es el precio que has pagado por tener tanto talento y haberlo trabajado.
Muchos dicen que has desperdiciado tu carrera sin tener en cuenta que es muy complicado mantenerse en la élite teniendo un gran talento. El que no tiene tanto talento está en guardia continuamente para no quedar fuera, mientras en talentoso debe luchar contra su evidente superioridad y no ser la liebre de la fábula («La liebre y la tortuga»).
No me das pena
No me das pena porque cuando estuve casi un año lesionado, lo que más rabia me daba era que me tuviesen pena. No me gusta la condescendencia. Si otros con menos recursos nos hemos sobrepuesto, tu también. Pero ese es tu problema.
Ah, te preguntarás por qué digo que las lesiones son mierdecillas. Porque cuando sales del fútbol te das cuenta de que una lesión de ligamentos es mucho menos grave que un cáncer o cualquier otro tipo de enfermedad que requiere algo más que fisioterapia y paciencia.
Tampoco me das pena porque sueles dar una imagen de opulencia y endiosamiento que se aleja mucho de mi forma de ver la vida.
Lección
Una de las mejores lecciones que nos dejan las lesiones graves es similar a la que nos deja la muerte: todos somos vulnerables. Estoy seguro de que darías parte de tu fortuna a cambio de revertir la lesión, pero te voy a decir una cosa: solo son unos meses, coge el dinero y corre.
