Jugar en la calle antes de jugar en un equipo

Jugar en la calle antes de jugar en un equipo

En la actualidad, muchos padres se quejan de que a sus hijos no les están enseñando a jugar en el club deportivo. Es comprensible, pero al profundizar en el tema, a menudo descubrimos que antes de inscribir a los niños en un club, no tenían una amplia experiencia jugando en la calle. Algunos de ellos han comenzado a jugar en equipos desde muy temprana edad, a veces con solo cuatro o cinco años, lo que, desde mi punto de vista, puede ser una pérdida de tiempo.

Mejor ser generalista que especialista en edades tempranas

Antes de sumergirse en el mundo del fútbol o cualquier otro deporte, es esencial que los niños tengan la oportunidad de saltar, escalar, correr en el parque detrás de una pelota, amigos o simplemente disfrutar de las mariposas. No deberíamos apresurarnos a verlos en el campo de juego tan pronto. La creencia común de que «si comienzan tarde, otros niños tendrán ventaja»a veces nos hace tomar decisiones precipitadas. ¿Qué ventaja? Compiten contra ellos mismos. Personalmente, no comparto esta creencia. Creo que cuanto antes los niños comiencen a jugar en la calle, más habilidades y experiencias valiosas adquirirán, para el fútbol y cuando cualquier otro deporte. Y como buenos alternativa es practicar otros deportes.

Es preferible ser generalista y conocer muchos deportes antes que especializarse en particular. Aunque el fútbol es un deporte en el que empezar tarde limita la integración de conceptos.

El mismo LeBron James también practicó otros deportes antes de centrarse en el baloncesto. Durante su juventud en Akron, Ohio, LeBron fue un talentoso jugador de fútbol americano y un exitoso corredor de atletismo. En el instituto, jugó como receptor en el equipo de fútbol americano de St. Vincent-St. Mary, y su habilidad en la cancha de fútbol era notable. Además, en atletismo, LeBron compitió en eventos como los 100 metros y los relevos. Sin embargo, finalmente optó por el baloncesto, donde alcanzó una carrera excepcional en la NBA y se convirtió en uno de los jugadores más influyentes en la historia del deporte.

Aprender en la Calle: Un Tesoro de Experiencias

Luego están los padres que inscriben a sus hijos en equipos cuando tienen 9 años y esperan que en un mes aprendan todo lo que no han practicado en la calle. Sin embargo, si no hemos brindado a nuestros hijos la oportunidad de jugar en el parque, no debemos esperar que adquieran esas habilidades en tan poco tiempo. A menudo, aprender a disfrutar del juego lleva muchas tardes de diversión en los toboganes, plazas y pistas de fútbol.

El Verdadero Objetivo Es Disfrutar del Deporte

Es importante recordar que el objetivo no es convertir a todos los niños en futbolistas profesionales, sino permitirles disfrutar del deporte al máximo. Así como cuando apuntamos a los niños a clases de judo, no es para que lleguen a las Olimpiadas, sino para que aprendan y adquieran las virtudes de la disciplina, tanto a nivel físico como psicológico. Lo mismo ocurre cuando un niño inicia clases de piano; no buscamos que se convierta en un músico profesional, sino que desarrolle habilidades y sensibilidad musical.

¿Por Qué la Obsesión con el Éxito Profesional en el Deporte?

¿Por qué la obsesión con la idea de que nuestros hijos sean futbolistas profesionales? Si conociéramos los salarios de los mejores pianistas del mundo, es posible que muchos padres reconsideraran las clases de piano como una opción igual de valiosa.

Fomentando la Esencia de la Calle en el Entrenamiento

Uno de mis objetivos como formador/entrenador es traer la esencia de la calle a la disciplina del equipo. Busco fomentar la espontaneidad, la imaginación, la chispa, el factor sorpresa, la intensidad y la alegría en el juego. Esto es más fácil con niños que todavía juegan en la calle y que disfrutan de su tiempo en las instalaciones del club incluso después de los entrenamientos.

El Tiempo en el Deporte como Crecimiento Personal y Deportivo

Aunque como formadores y entrenadores podemos proporcionar muchas herramientas para que los niños disfruten del deporte, también es importante reconocer que algunas habilidades y experiencias se adquieren mejor en otros lugares. Además, debemos recordar que no todos los niños tienen la misma pasión por el fútbol.

La temporada pasada, tuve un jugador que temía entrar al campo de juego, pero con el tiempo, ganó una confianza impensable meses antes. En junio, su padre me informó que se uniría al voleibol. Apreciamos el compromiso y ellos valoraron la diversión que experimentaron a pesar de las limitaciones futbolísticas. Esta es la esencia: el tiempo que pasan en el deporte debe traducirse en crecimiento personal y deportivo, independientemente de si se convierten en profesionales en el futuro.

Es importante recordar que el deporte debe ser una experiencia enriquecedora y divertida para los niños, en lugar de una obsesión por lograr el éxito profesional. Cada niño tiene su propio camino y su propio ritmo de desarrollo. La diversión y el aprendizaje son las claves para su desarrollo deportivo y personal.

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