Desde que dejé de jugar a fútbol de manera profesional, me han entrevistado mil veces más que cuando estaba en activo. Por un lado me da rabia, y por el otro me gusta. Me da rabia porque hubiera querido dar mi opinión más veces de las que me pidieron, pero me gusta que me entrevisten ahora porque tengo menos que perder al ser más libre.
Un jugador en activo debe medir sus palabras constantemente para no crearse enemigos amigos de las malas interpretaciones y la tergiversación. También es cierto que no siempre conseguimos las palabras o frases correctas para expresar lo que queremos decir, nos pasa a todos. Cualquiera que viva en pareja sabe de lo que estoy hablando.
Siempre he tenido facilidad de palabra, pero con el tiempo me he especializado en dar entrevistas de un nivel aceptablemente bueno -modestia a parte-. Me ayuda mucho mi afición a escuchar (y leer) entrevistas largas, conferencias con sus turnos de preguntas y respuestas correspondientes. Las charlas TED son un buen aprendizaje a la hora de exponer ideas de manera clara.
El año que decidí dejar el fútbol, me dediqué a leer libros sobre cómo afrontar entrevistas de trabajo, y la verdad es que me ayudaron a saber como actuar en cada una de ellas. Cuando digo actuar no me refiero a falsear mi forma de ser, simplemente a saber qué perfil tenía que mostrar según el entrevistador y el puesto. Para que quede más claro: nadie habla igual con sus hijos, con sus padres, con sus amigos o con el técnico de Movistar. Pues en las entrevistas es lo mismo.
Cada entrevistador es diferente. A unos les gusta llevar la iniciativa y hacerte sentir incómodo; otros prefieren que lleves la iniciativa para facilitarles el trabajo; otros, simplemente no son entrevistadores, pero están obligados a hacerlo, basta con no dejar que se aburran… hay muchos tipos de entrevistadores.
Qué hago para dar buenas entrevistas Share on X
1 Pregúntate por qué te entrevistan
Cuando recibo la petición de una entrevista intento averiguar qué quieren saber o qué les interesa. Si creo que no me perjudica acepto. Si es posible se lo pregunto directamente al periodista no vaya a ser que yo no tenga nada a decir de un tema. Me niego a ser mostrado como un «juguete roto». Hace unos meses rechacé participar en un programa de televisión porque no me veía con argumentos suficientes para hablar de un tema. Así que, después de pensarlo, les recomendé otra persona más especializada en el tema.
Quedé bien con la periodista y con la persona recomendada.
2 Prepara mentalmente el tema
Una vez aceptada la entrevista, imagino cuáles pueden ser las preguntas más difíciles que me pueden plantear y busco las respuestas -en mí o a través de otros medios o e personas-. Aunque hay que estar tranquilos, por lo general a los periodistas no les gusta dejar a sus entrevistados como tontos. Sería como tirar piedras contra su propio tejado. Intentan que el ambiente sea relajado para que no te hagas líos con las respuestas. Ten en cuenta que el periodismo es un trabajo, y una entrevista vacía de contenido es una pérdida de tiempo que no se pueden permitir. Solo hay que ver las transcripciones; disfrutan dándole brillo a palabras sosas. Tus palabras en bruto las transforman en diamantes siempre que alcancen un nivel de reflexión mínimo.
3 Respeta al periodista
No conozco a ningún periodista que lo sea únicamente por sacarse un sueldo. La gran mayoría adora el lenguaje y lo hacen por vocación. No me gusta hacerle perder el tiempo a la gente al igual que detesto que me lo hagan perder a mí, por eso, ya que estamos, contesto lo mejor que puedo. Aunque me den las preguntas mascadas para contestar con un «sí» o un «no», añado un porqué. Es ahí donde se marca la diferencia, especialmente cuando hablamos de periodismo deportivo. Concretamente fútbol, donde se utilizan frases echas vacías de contenido real.
4 Habla mucho
Hace tiempo escuché al Gran Wyoming decir que su secreto para hacer humor era «hablar mucho porque al final acabas diciendo algo gracioso o interesante». En las entrevistas ocurre algo parecido: si hablas mucho, los periodistas acaban haciendo una selección de lo que ellos consideran las mejores respuestas. Ten en cuenta que el espacio que tienen -ya sea vídeo, audio o papel- es limitado. No se pueden permitir el lujo de llenar el espacio con respuestas que no aportan valor.
5 Sé honesto
La gente te va respetar a por tu honestidad. Incluso te van a perdonar los errores. No creo que necesite dar muchos motivos por los cuales ser honesto.
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