Maldito Domingo

Maldito Domingo

El domingo es el día más solitario de la puta semana para cualquier entrenador de fútbol inglés. Si has perdido el día antes, tu despacho, durante la puta mañana del domingo, es el lugar más solitario del mundo.

Brian Clough, Maldito United
Te lo leo en mi Podcast.

Inmediatamente después de leer esta frase del genial libro de David Peace «Maldito United», recordé lo tediosos que eran los domingos cuando era futbolista del Southampton.

Un falso recuerdo.

Siempre había recordado que me gustaba jugar los sábados porque podía salir un rato esa misma noche y vaguear el domingo en el sofá.

Aunque nunca he sido de tumbarme en el sofá sin más. Cuando lo he hecho es porque no estaba bien. Más que vaguear me comía la cabeza.

Por lo visto era un falso recuerdo que yo mismo me había creado no sé muy bien por qué.

Bloody Sunday

Los domingos, concretamente, como jugador del Southampton eran días estériles sin ninguna utilidad en mi vida. Nunca jugaba los sábados. Nunca jugaba. Llegaba al séptimo día más descansado que el portero del Manchester City tras jugar contra el Derby County.

Eso puede parecer positivo, pero el futbolista necesita llegar cansado al final de la semana para certificar el esfuerzo realizado durante ésta.

24 horas conmigo mismo.

Despertarme el domingo sin tener nada que hacer con 20 años era una auténtica tortura. 24 horas conmigo mismo. Con un poco de suerte hacía una pausa para tomar un café a media tarde con algún compañero o amigo en el centro comercial, pero no era lo habitual.

Si estaba abierta la ciudad deportiva, acudía a ejercitarme en solitario, pero dejé de hacerlo porque a nadie le importaba. Me veían como un bicho raro.

El domingo era el día más solitario de la semana. Mi carrera se estancaba durante 24 horas. Era invisible. No existía. Nadie llamaba a mi puerta. No era capaz de tener un plan.

La quietud era tal, que lo único que agitaba mi vida era jugar durante horas al Grand Theft Auto a la espera del partido estrella de la liga española.

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