«La calidad de un jugador se mide en cómo mejora a sus compañeros, como lo hacen Xavi, Iniesta y Pirlo. Junto a Pirlo, Gattuso parece un poco futbolista. De estar al lado de otro jugador menos talentoso hubiera sido expulsado en infinidad de ocasiones. Pero no le expulsan porque ahora está de moda proteger a los “jugadores buenos”, ¡como si el resto no mereciéramos protección! Parece que el árbitro no es suficiente y permiten que Pirlo tenga un guardaespaldas, porque es lo que es: Gattuso es un matón. Un jugador de segunda si hace lo mismo que el italiano, no acaba ni la mitad de partidos. Saca la escoba y reparte a todo aquel que osa molestar a Pirlo. Es increíble cómo consigue cercar los accesos a su defendido dejándose la piel. No quiere la pelota, sabe que él no es ningún virtuoso, sabe que no es futbolista, y no trata de aparentarlo, no es un impostor. Supongo que por eso se le respeta, porque va a una batalla sin ases en la manga. No le verás sacando rápido para provocar una tarjeta amarilla al rival, no le verás tirar caños ni vaselinas… a duras penas hace un pase de más de veinte metros. ¿Para qué si ya está Pirlo? Si hay un cirujano el enfermero está para ayudar, no para lucirse. Me gustaría tener a un Gattuso a mi lado en lugar de un tuercebotas haciendo lo que no sabe: manejar a un equipo. Se lo pongo fácil, solo debe protegerme, yo me encargo del resto. Él es el peón y yo el arquitecto, pero me da que aquí se le ha tratado toda la vida como arquitecto por exceso de peones. Quiero un Gattuso para Reyes.»
Úlises Cruz Campos, «Diario de un futbolista pobre».
Pequeño extracto de mi futuro libro (en corrección).
