Llevo toda la vida escuchando cómo la sociedad le dice a los futbolistas que deben aprovechar su tiempo. Que trabajan un par de horas al día y que el resto del tiempo se tocan los huevos. Y en gran parte tienen razón.
Pero en lo que no reparan es en lo difícil que es aprovechar el exceso de tiempo libre. Lo estamos comprobando actualmente con la crisis del coronavirus. Mucha libertad solo es útil con mucha responsabilidad y creatividad.
La mayor parte de la sociedad se encuentra confinada en sus propias casas. Con todo el tiempo del mundo. Aunque cueste creerlo, estamos viviendo como futbolistas. No me refiero al gasto económico, sino a la disposición de horas y la limitación de movimientos.
La normalidad nunca ha existido
Las mismas personas que se quejaban de sus vidas y sus trabajos, desean la vuelta a la una normalidad que nunca ha existido. La normalidad es el cambio de planes inesperado. Cuando consigues ahorrar 300€ se estropea el motor del coche. 🤦🏽♀️
Un amigo que vive en Dinamarca me decía al inicio del confinamiento: «los españoles soñaban con no hacer nada pero ahora se aburren».
“Libertad significa responsabilidad; por eso le tiene tanto miedo la mayoría de los hombres.”
George Bernard Shaw
Basándome en mis experiencia como futbolista profesional, esta situación no difiere mucho a las muchas que viví cuando estuve en algunas ciudades jugando. Mi día a día se limitaba a entrenar, a comprar algo de comida y a estar en casa.
Estoy viviendo cómo cuando era futbolista
En el año 2005, mis rutinas (después de entrenar) eran: ver películas, escuchar música, jugar a la PlayStation, leer, escribir, navegar por Internet y hablar por teléfono con mi familia. Exactamente lo que estoy haciendo en 2020 en pleno confinamiento (incluso entreno al levantarme).
Algunas personas me preguntan por qué no estudiaba. Lo intenté muchas veces. Cuando más intensamente lo hice coincidió que no nos pagaron durante 4 meses. Pero estaba obligado a ir a entrenar.
Concentrarme para estudiar se me hizo imposible. La sensación de incertidumbre era constante, ya que vivíamos pendientes de cobrar alguna mensualidad atrasado. Siempre decían que el martes íbamos a cobrar «el ingreso ya está hecho».
Ahora, gracias a las redes sociales es fácil saber qué hace la gente para pasar 24 horas en casa. Algunos hacen pan y bizcochos, otros ejercicio, algunos pintan, limpian sobre limpio, otros ven series como locos… En definitiva, pasan el tiempo y o vemos en directo. El Show de Truman.
Todo lo malo tiene algo bueno
Mientras fui futbolista profesional amasé cantidades enormes de tiempo, aunque no de la mejor manera posible. Sin embargo, en 2020 hay mil maneras productivas de aprovechar el tiempo. No es difícil encontrar cursos para aprender o mejorar alguna habilidad, retomar proyectos. Tenemos tiempo para estar con nuestros hijos, para cocinar con más calma. Tenemos tiempo para aburrirnos. La Vida Slow.
Cuando me retiré del fútbol y me introduje en el mercado laboral común, es cuando fui consciente de la cantidad de tiempo que había desperdiciado. Por eso quiero hacerte ver que este drama tiene una parte muy positiva, que es el tiempo que te está regalando.
Vamos a trabajar lo mismo o más, por menos
Lo digo para que seas consciente de que, cuando todo esto acabe, tu tiempo no va a valer igual que antes. Vamos a trabajar lo mismo, o más, por menos. Y cuando lleguemos a casa miraremos atrás y nos lamentaremos de no haber valorado esta enorme cantidad de tiempo que hemos recibido por castigo.
El dinero volverá, pero el tiempo no. ¿Estás aprovechando el tiempo?