Como con todas las profesiones existen estereotipos que no siempre se ajustan a la realidad. Los médicos tienen mala letra, los abogados son serios, los policías son violentos, etc. En este caso nos sirve el ejemplo de las animadoras.
Las animadoras, de entrada, te parecerán todas muy guapas y atractivas. Pero si haces una observación más detallada, verás que una te parece más guapa que otra, otra más feíta, otra más delgada, otras más baja, etcétera. Diferentes físicos.
Lo mismo pasa con los futbolistas.
Si te fijas en el equipo como un elemento único te pueden parecer todos igual de fuertes, de guapos o de feos, de listos o de tontos.
Es a nivel individual cuando se les conoce mejor. Por eso recomiendo a los futbolistas que consigan dar entrevistas a gente que esté dispuesta a escucharlos. Me refiero a revistas tipo Panenka, Líbero, y algunas otras más que se pueden encontrar.
Muchos futbolistas que no son estrellas creen que no tienen nada que contar, pero se equivocan, hay miles de personas atentas a lo que ellos hacen.
Todos tenemos algo interesante que contar, pero no todo el mundo sabe cómo hacerlo ni el micrófono para expresarse. Y no todo el mundo quiere.
Lo que conocemos como futbolista no es más que un estereotipo.
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