Si algo le debo al fútbol es mi amor por los lunes.
El que para muchas personas es el peor día de la semana, para mí es el más optimista por ser la primera página de un capítulo nuevo de mi propio libro.
Ahora que soy escritor puedo decir que cada temporada era un libro, cada semana un capítulo. Si conseguía hacer una buena semana, el capítulo anterior quedaba en un aprendizaje.
Voy a ser menos metafórico.
Cuando habíamos ganado el partido del fin de semana, volver a entrenar el lunes era un alivio porque el ambiente era generalmente bueno.
Cuando habíamos perdido, volver el lunes me daba la posibilidad de empezar a trabajar para corregir mis errores y debilidades.
El lunes es la hoja en blanco que tanto temen los escritores sin ideas. El futbolista puede estar bloqueado en los partidos, pero no creo que se pueda estar bloqueado en el entrenamiento.
Creo que si odias los lunes estás equivocado, porque no odias los lunes, odias tu trabajo. (Continuará mañana)
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