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Creando futbolistas desde el arte de Rick Rubin

    El libro El acto de crear de Rick Rubin es una obra atemporal a la que regreso constantemente, en cualquier formato disponible: vídeo, digital, audio o papel. De hecho, lo consulto tan a menudo que lo tengo en versión digital y también en papel, según la ocasión. Siempre que necesito claridad, lo busco, porque en sus páginas encuentro perspectivas valiosas. No importa el ámbito en el que estés trabajando; abrir este libro siempre genera nuevas reflexiones útiles.


    Cada niño que pisa un campo de fútbol lleva dentro un potencial único, esperando a ser descubierto y pulido. Las reflexiones de Rick Rubin en su libro El acto de crear no solo sirven para músicos o artistas, sino que son una guía valiosa para quienes estamos dedicados a formar pequeños futbolistas. Aplicar estas ideas al fútbol es entender que nuestro trabajo es más parecido al de un artista que al de un técnico convencional.

    1. Respeta la autenticidad


    Al igual que un artista necesita conservar su esencia, los niños necesitan libertad para desarrollar su estilo personal. A menudo, en nuestro deseo por enseñarles técnicas o tácticas, olvidamos respetar esa originalidad. No impongamos nuestra idea de perfección; observemos cómo fluye su juego natural y apoyemos desde ahí.

    2. Detecta y protege lo especial


    Rubin insiste en detectar la magia en lo simple. En fútbol, esto significa reconocer esos detalles inesperados: un regate atrevido, una intuición diferente, o simplemente la felicidad en los ojos del jugador. Esa magia, a veces escondida, necesita un entorno seguro para florecer. Nuestra tarea es ofrecer paciencia y espacio, sin presionarles para que rindan demasiado pronto.

    3. Potencia sus fortalezas

    Cada jugador tiene virtudes especiales. Rubin enseña a observar con atención para descubrirlas. ¿Quién tiene visión táctica natural? ¿Quién destaca por su velocidad o por su determinación incansable? Reconocer estas fortalezas no solo los motiva, sino que permite que se desarrollen con confianza. Asignar roles adecuados les ayudará a disfrutar más del juego, sintiéndose valorados y capaces.


    4. Simplifica para liberar


    Menos es más también en el fútbol formativo. Inundar a los niños con información táctica puede abrumarlos y coartar su libertad creativa. Dales los fundamentos y deja que exploren el juego. Cuando el jugador entiende lo básico y siente confianza, puede descubrir soluciones ingeniosas por sí mismo. Rubin nos recuerda que la simplicidad libera, y esto aplica especialmente al campo de juego.


    5. Colabora delicadamente


    Formar futbolistas no es una tarea solitaria. Al igual que en un estudio musical, la colaboración entre técnicos es vital. Un entrenador ve ciertos detalles que otros quizás no notan. Trabajar con humildad y respeto hacia tus compañeros crea una atmósfera de confianza. Ese trabajo delicado y en equipo ofrece una visión más amplia, permitiendo entender mejor a cada jugador.


    Conclusión


    Recomiendo sinceramente el libro El acto de crear de Rick Rubin a cualquier persona interesada en descubrir y potenciar su creatividad, independientemente de su ámbito de trabajo o intereses personales. Sus enseñanzas trascienden campos específicos y pueden aportar valor en cualquier área. 


    Guiar a jóvenes futbolistas tiene mucho en común con el acto de crear arte. Nuestro papel no es imponer, sino acompañar. Como dice Rubin, a veces nuestra mejor acción es apartarnos ligeramente y permitir que su potencial natural tome protagonismo. Porque el fútbol no se reduce a técnicas o tácticas; es una herramienta poderosa para ayudarles a conocerse y a crecer. Y lograrlo es, en sí mismo, una obra maestra.

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