Saltar al contenido

Carta abierta para entrenadores de niños

    a man coaching his team on the field

    Querido entrenador,

    Pasas el año entero tratando de que los niños jueguen al fútbol como si fuera un manual de instrucciones: limpio, ordenado, predecible. Pero ahí estás, preguntándote por qué ese chico no controla la pelota, por qué le pega tan flojo, por qué no mejora al ritmo de tus expectativas.

    Error.

    Ayer jugué un partido en una liguilla de fútbol 7. 22:00 h. A esa hora normalmente estoy más para sofá y manta que para hacer carreras, pero confirmé asistencia. Éramos ocho, uno medio roto, así que jugamos los mismos todo el tiempo. Mejor.

    Nos enfrentábamos los dos primeros. No tengo ni idea de quién estaba arriba en la tabla, pero daba igual. Durante el calentamiento me sentí ligero, algo raro últimamente. El día del partido, el cuerpo se pone en modo «hoy no hay excusas». Trotaba como un potro y cambiaba de dirección con la velocidad de un niño jugando al pilla-pilla.

    Empezamos perdiendo 2-0. Luego 4-2. Acabamos ganando 5-4. Marqué, provoqué un penalti, hice buenos regates, di pases decentes. Nada mal para alguien que ya no vive de esto.

    De vuelta en el coche, me dio por analizarlo. Y me di cuenta de algo: jugar es jodidamente difícil.

    Si para mí, que he sido profesional, que sé controlar y pegarle bien, sigue siendo un reto, ¿cómo no le va a costar a un niño que apenas empieza?

    Mi manera de entrenar cambiará para siempre. Porque ahora entiendo realmente lo que significa aprender este juego. Ahora empatizo. Ahora sé que no hay que presionarles como si fueran miniaturas de Messi.

    A veces, lo estudiamos tanto que olvidamos la verdad más simple: jugar al fútbol es difícil.

    Correr bien. Controlar la pelota con los pies, que no es lo mismo que con las manos. Esquivar rivales sin que te roben. Pasar sin que intercepten. Y todo esto sin hacer faltas.

    El fútbol es un arte disfrazado de juego. Mucho más difícil de lo que creemos. Mucho más difícil de lo que les hacemos creer.

    2 comentarios en «Carta abierta para entrenadores de niños»

    Deja una respuesta

    Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *