Carta abierta al Final de la Etapa Juvenil

Carta abierta al Final de la Etapa Juvenil

Queridos compañeros,

Víctor Valdés, Javi López, Javi Paredes, Fernando Navarro, Rubén González, David Alegre, Zubiaurre, Galindo, Endika Bordas, Mikel Arteta, Líbero Parri, Roberto Merino, Elías Molina, Nano, Jorge Perona, Oscar Gonzalez, Albert Riera (y todos los que no entraron en esta lista final).

Removiendo fotos encontré varias del Europeo sub 18 que disputamos en Finlandia en el año 2001. Qué jóvenes éramos. Qué jóvenes somos. Tenemos 37 años. Cosecha del 82.

Que la mayoría estemos retirados no quiere decir que seamos viejos. No dejemos intoxicar por la visión del aficionado, que ver a un jugador de 34 años y dice «está viejo». Cuando me retiré con 26 empecé a ver que desde el mundo del fútbol el mundo se ve distorsionado.

Pero hay que reconocer que desde los 15 años hasta la retirada vivimos a una velocidad poco común para la edad que teníamos.

Estábamos acostumbrados a ganar desde niños. Para nosotros era lo normal, para nosotros era obligado.

Lo pasábamos bien, pero creo que teníamos más prisa por entrar en el mundo profesional que consciencia para disfrutar la última milla de la etapa juvenil.

De todas maneras no teníamos más opción que decir adiós. La etapa juvenil es un lugar de paso. Todo lo que viene después, pueden ser estaciones para quedarse.

A partir de ahora el fútbol para nosotros sería lo principal.

La etapa juvenil es como la universidad, pero no puedes sacarte una carrera de 3 años en 6. ¡Ojalá pudiésemos repetir el último año de juvenil hasta quedar campeones de Europa!

Tengo que reconocer que no todo el mundo tiene la suerte de despedirse de la etapa juvenil jugando en la selección española y ganando 6-2 a la selección de Yugoslavia. Tercer puesto.

Pero también es cierto que podíamos haber ganado ese Europeo de no haber perdido en el partido inicial por 4-1 contra Polonia.

Durante esos días largos en Finlandia hablamos mucho de nuestro futuro. Todos estábamos a las puertas del mundo profesional, pero no lo teníamos nada fácil. Muchos iban a jugar en filiales. Otros íbamos a primeras plantillas.

Yo estaba ansioso por empezar mi aventura en el Southampton FC (Nada de lo que viví después fue lo esperado).

Crearse expectativas es totalmente inútil. Sabíamos que lo nuestro era una apuesta. La vida del futbolista no es tan cómoda como puede parecer. Nos construimos a partir de inseguridades.

“Un joven no debe comprar valores seguros.”

JEAN COCTEAU

Me gustaría preguntaros si la carrera que habéis tenido se asemeja a lo que habíais soñado.

Estoy seguro de que más de una vez os han llamado fracasados. Os habrán hecho dudar de vuestras capacidades. Pero, ¿qué demonios es el éxito?

Cuando Massimo Busacca pitó el final del partido contra Yugoslavia, automáticamente dejamos de ser juveniles. Para siempre.

Nuestros últimos segundos como juveniles

Era nuestra graduación. Conseguimos un tercer puesto en el Europeo. Algunos, nunca más volvimos a ganar nada en nuestras carreras.

Personalmente me pasé el resto de mi carrera viendo como la mayoría de vosotros debutaba en primera mientras yo me alejaba poco a poco de la elite.

Sin embargo me alegraba ver el peso que tenía Víctor Valdés en el Barcelona; cómo Rubén González se reacía después momentos duros en el Real Madrid; cómo Fernando Navarro se convertía en leyenda del sevillismo; como Arteta acababa luciendo el brazalete del Arsenal; como el silencioso Óscar González era el rey de Zaragoza junto al muro Javi Paredes.

Lo que más temía en mis inicios, era acabar siendo uno de esos jugadores retirados que, apuntando a la tele dicen: «Yo jugaba con ese».

Sorprendentemente me siento orgulloso de decir que yo jugaba con vosotros. Con todos vosotros y todos los que quedaron por el camino.

Hicimos lo que pudimos.

(Que no es poco)

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